Estaba María sentada en una esquina, como siempre, acurrucada. Le asaltó la idea de ponerse a caminar. Pedro la miró embobado: “Cómo puedes ser tan tú?”, se preguntó. Ella no le pudo leer el pensamiento y no contestó. Se levantó y se fue.
Quedó él. Mirando la nada, de pie, al lado de donde ella había estado momentos antes. En la esquina del tiempo perdido.
No sabía a dónde se dirigía. Poco importaba con tal de seguir en movimiento. Pisó un charco, negro y con trocitos de OFNI (Objeto Flotante No Identificado) y gruñó de asco.
Llegó a un banco, se sentó. Decidió no decidir nada. “Mierda”,pensó tras esto.
Así conoció a Dionisio, el abuelo que daba de comer a las palomas en el parque. Se sentó al lado de la joven y sin presentarse, comenzó a hablarle:
- Exageras pequeña.
-¿Cómo dice?
- No eres así. No es así tampoco. Ves las cosas, a ti también, como no son.
- ¿Le conozco?
El viejo rió.
- No. Pero yo he conocido a muchas como tú. Y te aseguro que nada es como lo estás pintando tú, querida.
María le miraba con cara de zombie trepanado.
- No sé de qué me habla.
- Trátame de tú. Ya nos conocemos, soy Dionisio.
- Encantada…Soy María.
- Típica hasta en el nombre, no te ofendas.
- No puedes ofenderme, no te preocupes, Dionisio.
- ¿Por qué vienes al banco de las palomas? Hay mejores cosas que hacer.
- Las mismas que podrías estar haciendo tú. Estoy aquí porque no quiero estar en ningún lado, y este es el lugar más parecido a la nada con el que me he topado.
- Tienes cara de haberte quedado dormida a destiempo. Has despertado y te has visto en un momento que no era el mismo que en el que te dormiste. Pobre niña, perdida por su propias ensoñaciones al despertar de ellas. Todo pasa. Créeme.
- ¿Crees que no lo sé? ¿Crees que no sé que esto comparado con tu longevidad es menos que nada? Claro que lo sé, soy perfectamente consciente de ello. Pero a veces, esos pequeños cortes que nos hacemos al rozar el dedo con el filo de una hoja, son los que más nos molestan. A mí este me está tardando en cicatrizar más de lo debido. Y no sangra. A penas se ve. Aunque lo esencial es invisible a los ojos, ya sabes…
- Probablemente tenga que cortarte el dedo para que deje dolerte- Rió al ver la cara de la chica- Mujer, es broma.
- Lo siento. Parafraseo frases típicas que ya no tienen sentido. Y no tengo humor para malgastar sonrisas. He tirado muchas.
- Ninguna sonrisa es inútil. Siempre se invierten de forma positiva, incluso cuando no lo hacemos sabiamente. Querida, súbete el cuello del jersey que hace frío, agárrate al asiento y mira al frente, vendrán curvas. Que las tuyas puedan más.
Y ambos quedaron en silencio, iluminados por la luz anaranjada del Sol que se posaba sobre la línea del horizonte…
S.S, encendida, como el pelo de esta cantante...
. . . . . . . .
“Rock and roll, baby
Don't you know that we're all alone now?
I need something to sing about
Rock and roll, hey
Don't you know, baby, we're all alone now?
I need something to sing about
Rock and roll, hey
Don't you know, baby, we're all alone now?
Give me something to sing about”
. . . . . . . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario