viernes, 23 de diciembre de 2011

Los Reyes no son los padres

Urdangarín y Cristina, no irán a cenar con lo Reyes en Nochebuena. EL chorizo no tienen cabida entre el jamón de alta gama y el caviar. Los chorizos no deberían tener cabida en ninguna mesa en Navidad.

Es por ello, que ante las actuales circunstancias, elaboro este discurso de Navidad, cual Rey. Creo que toda familia debiera tener al lado, a personas que realmente les aprecien, sean familiares o no.

Vivimos en una sociedad, en la que la tradición obliga a compartir mesa y mantel con personajes con los que compartes ADN o parentesco, aunque no te apetezca lo más mínimo verles la carita de falsedad que se pone en los saludos obligados.

Estas fechas no deben estar para esto. No veo el sentido a que un grupo de personas relacionadas familiarmente, engullan toneladas de comida y beban litros de cava sin más, tres días al año. No tiene ni gracia ni sentido, aguantarse (porque, eh, "es lo que toca en Navidad") y sentarse en frente de ese tío/hermano/cuñado/hijodesatán , al que evitas ver como si te fuera la vida en ello.

Si de verdad es la época del amor y la paz, cosa que sólo es en el Corte Inglés, sería preferible no entrar en guerras enfrentando a dos personas que no se soportan, una enfrente de la otra, con cuchillos y objetos afilados de por medio ( si trincháis el pavo con algún indeseable al lado, por favor, reprimid las ganas de pinchar en cualquier trozo de carne que no sea del animal, especifico, de raza avícola).

No, tendría que ser la época en la que te juntas con los que te quieren y quieres: tu tía que trae naranjas del pueblo porque siempre te resfrías, la abuela Mari que tanto te ha mimado, el tío Gerardo con sus "chapas" de cuando era joven que te enseñan sabias leciones de la vida, tu mejor amiga que siempre está ahí cuando te entra el bajón, o ese vecino que siempre te avisa si te dejas las llaves de casa puestas por fuera y que sabes que pasa las fiestas solo.

Pero no, en estas casas de zambomba y pandereta, nos obligamos año tras año a cenar con gente a la que realmente no queremos ver, pero que toca verla. De lo contrario, es titular de primera plana. Y si no, que se lo digan al Rey, que haciendo lo que muchos quisieran hacer (desterrar a la oveja negra que todo lo jode) es "trending topic" internacional. Quiero gritar: estúpido, no deseo verte nunca, y menos en Navidad.

Cristina, querida, este año, los Reyes no son los padres.

S.S


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jueves, 15 de diciembre de 2011

Sombrero

-Siento como poco a poco se va acercando... hay algo que se aproxima y no me gusta nada... ni un pelo. Además con todo este estrés es como si me fuese a estallar la cabeza o fuese a perderla detrás de cualquier maldita esquina o algo así. Siempre digo que no volveré a hacerlo, siempre digo que quizá esté yendo demasiado lejos, pero puede que esta sea la buena y pare. Que lo deje, no por un tiempo, nada de intervalos de tres semanas, ni un mes, ni medio año ni uno entero. Hablo de parar, detenerme y parar mi cabeza. Hacer que deje de dar vueltas, que deje de llevarme tan rápido, y cada vez más y más rápido, de un extremo a otro de absolutamente todo lo que veo y conozco.
Quizá sea tiempo de perderme en mitad del monte con una caja de cerveza y mucho, mucho tabaco y ponerme a hacer lo que quiera hacer. Imagino que pasaría el tiempo paseando más que nada... y haciendo fotos, un montón de fotos que luego poco a poco iría rescatando de un enorme cajón que casi no miro más por pereza que por cualquier otra cosa. Puede que haya llegado el momento de decir basta y de obligarme a irme lejos y todo eso.
Ah, y también me llevaría cualquier cosa con la que poder hacer algo de ruido y que tuviese cuerdas.

La cosa es que no tengo ninguna cabaña en mitad de un sitio enorme lleno de sequoias donde sentarme en una mecedora y donde poder espantar vendedores ambulantes con una escopeta. Ya sabes, una de esas escopetas enormes y antiguas de dos cañones. Además, tampoco tengo un sombrero acorde ni nada de eso.



V.V

jueves, 1 de diciembre de 2011

[De puré corrompido]


De puré corrompido

no se recupera lo sano

ni la materia se recupera

procesada

en el estómago humano.


Intestina cloacada

es basura

fertilizante de un proceso eterno.

¿Eterno?


***


Mas el gusto exquísito

y de los olores

en diferentes momentos

del compuesto

va desentrañando esencias,

hechos individuales

que no se mezclan del todo.


De lo que todavía vive

no es la manzana podrida

de sus pensamientos.


domingo, 27 de noviembre de 2011

Clap, clap, clap

Es muy complicado, cuadrar sentimientos y emociones en el tiempo. Es muy difícil sincronizar dos latidos diferentes.

Cuando sucede, la fuerza es tal, que la sientes hasta en los dedos de los pies. Te llena. Te invade. Te recorre entero y ya no eres dueño de tu ser.

Por eso, cuando se descompasa a veces, el cuerpo tiembla y el miedo se instaura en el pequeño hueco que dejan ambos pulsos. Y entonces se vibra a una frecuencia distinta, y los sonidos ya no se escuchan igual.

Y es arduo, volver al estado anterior. Y no se puede, sino temblar. Temblar porque cae la noche. Temblar porque ahora hace frío, temblar porque el sol no nos calienta las mejillas. Temblar, porque no nos cubren de besos.

Y entonces, de pronto, el corazón se para: pum,pum,pum...Nada. Para volver a los pocos segundos: pum, pum, pum, pum.

Y te vuelves a abrazar a esa sonrisa, y no quieres soltarla. Y procuras dormir con un ojo abierto para que no se escape la maldita sensación de bienestar, tan lábil y veleta. Y te despiertas destapada, con el pelo revuelto, con los mofletes rotos de tensión de reír en sueños. Porque te levantas, te giras y ahí esta. Ahí está ese montón de desconfianzas, de descoloridos, de sabores “saboríos” que te comieron la lengua y el corazón, mirándote con desprecio. Sí, ahí los tienes, atados a una pata de la cama, para que te levantes y les sueltes una patada y te puedas reír de su dolor. Y te sientas, sin quitarles la vista de encima. Y te enciendes el cigarrillo imaginario de la victoria mientras ves, cómo se desangran tus martirios en el suelo de tu habitación. Y te lo fumas, oh sí, te lo fumas lentamente, mientras ves cómo se consumen, y te deleitas con cada succión de humo, recreándote en su esperado, dulce y maravilloso fin…

Aplaude nena, y corre a limpiar gustosa el charco de sangre que vas dejando al vivir.


S.S

domingo, 13 de noviembre de 2011

Mezclanza

Esa sensación de vacío cuando se acaba esta canción y las chicas guapas se callan. Ser consciente de que no nos vemos porque la vida lo quiere así. Lo quiso así.

La incertidumbre que genera el no saber nunca nada. Las once horas que nunca duermo. Los once días que lleva el mes once viviendo.

La angustia cuando los que queremos nos hacen daño, una y otra vez. Y el no poder hacer nada más que quedarnos mirando cómo nos llueve encima. Y mojarse. Mojarse mucho, hasta tener los huesos calados en lágrimas.

Mi perro anciano cojeando, escupiendo dientes y tosiendo como cualquier viejito. Y tú en una esquina de la ilusión, observando.

Y la luz que brilla en su pelo y en el sol de su ventana. Y lo lejos que me queda todo a veces. Y lo difícil que me resultan las cosas.

Todo lo injusto que ha pasado. Y todo lo justo que nunca pasará.

Sentir una mañana, la sensación de no haber despertado aún. Y caminar en estado vegetativo hasta la cocina. No hay leche. Mierda.

Recordar que esta noche no has parado de soñar cosas que no dan miedo, pero duelen más. Todas esas caras y voces, conocidas y queridas, danzando en esas seudopesadillas. Sueños con colores que no existen y con situaciones absurdas y personajes tuyos.

Todo, todo ello agitado porque te sientes triste. Y te da lo mismo ya desayunar cereales secos. Todo sabe igual. Y ahogarse, ahogarse cuando te repiten que este mundo no es el tuyo.Ahogarse aunque no tengas líquido que llevarte a la boca en tu desanimado tazón de desayuno.

S.S



viernes, 28 de octubre de 2011

Habitación 502

-Todos somos todo. Buenos, malos, egoistas, generosos, guapos, feos, simpáticos, bordes, sociables, no sociables... Tenemos todo eso dentro de nosotros mismos. Y dependiendo de las circunstancias todo eso saldrá o no a la luz. No se puede decir que elijamos como y cuando surgen nuestras cualidades, pero si que tenemos mayor o menor tendencia a ello.
No somos personajes planos de comic americano. Si no que nos desarrollamos, crecemos, cambiamos... no vas a ser toda la vida lo que eres en este momento, por mucho que quieras. Y no puedes pretender serlo, porque eso solo te llevará a volverte totalmente loco, ya que ni tu ni nadie puede quedarse congelado en el tiempo más de lo que dura un disparo, una calada o un beso.

V.V

sábado, 22 de octubre de 2011

Tecnocracia

Me llamo Carlos, tengo 21 años, y estoy estudiando tercero de medicina. Presido la asociación de alumnos y soy el delegado de mi curso, pero no soy capaz de realizar una línea de una página de cartilla Rubio. Varios departamentos están interesados en que acepte una beca de colaboración con ellos porque soy de los mejores de mi promoción. Soy bastante guapete, según dicen los ligues que mi poco tiempo me permite tener y pretendo especializarme en cirugía máxilofacial, aunque no sé si sabría calcular cuántos carpules de anestesia son necesarios para cada paciente, suerte que el anestesista sí sabe de esas cosas.

El otro día, unas estudiantes de bellas artes, amigas de mi “ex” por cierto, estaban comentando en el metro cuán alucinadas estaban de que “introduzca aquí el nombre del pintor del que estaban hablando” hubiera expuesto en Madrid, cuando prometió que jamás vendría a España. No, no era un catalán separatista, era un guiri alemán, o francés o algo así. El caso es que no pararon de parlotear sobre profundidades de color, plasticidad de la obra y otras cosas que sonaban a estupideces de una carrera de “pinta y colorea”. Luego mencionaron que el artista se inspiró en su juventud en “introduzca aquí la guerra cruenta de la que hablaron durante 15 minutos y que yo no sabía ni pronunciar” para crear la mayoría de sus obras y que además el gran dirigente “introduzca aquí el nombre del personaje histórico que yo no supe ni ubicar en el tiempo” había sido una figura presente a lo largo de toda su carrera, por la fuerza de su personalidad.

Un abuelo, leía una columna de opinión en un periódico, cuando las chicas se bajaron del vagón. El hombre de pronto paró de leer y me miró a la cara. Se rió, pero sin ganas y soltó “estas chicas no tienen ni idea de pintura, ¿eh chico? Los artistas contemporáneos os gustan a los jóvenes, porque no os hacen pensar mucho, pero nada como la luz y el aire de Velázquez o la belleza de una Maja Desnuda. Eso es luz, y piel de perla y terciopelo. Y eso es de lo más difícil de plasmar en un lienzo, la carne viva y pálida expectante. No tienen ni idea…”

Pensé que el viejo, era un salido por preferir ver “una maja desnuda” y me alejé de él cuando hubo vuelto la vista al periódico.

Llegué a mi casa más tarde de lo que había calculado, y me senté a la mesa mientras mi madre me servía el plato de calamares con patatas que ella ya se había comido. Apenas hube recogido mi plato, me senté en mi escritorio y abrí el libro de oftalmología.

Tenía que cumplir con el “planning” establecido…Sí, voy a llegar lejos...


S.S

lunes, 3 de octubre de 2011

A la querida Audiencia de los Desayunos de TVE:

La vida, amigos, es un maldito ciclo. Y, recurrente, se volverá a repetir, una y otra vez. Yo, me temo que siempre estaré así, arriba y abajo, subiendo y bajando, recorriendo la rueda que periódica, no para de girar, o en la cual nosotros giramos. Aún no he descubierto exactamente el mecanismo.

Ahora me hallo en un estado melancólico, feliz (que no alegre), tranquilo y a momentos, triste, y todo al mismo tiempo. No me pasa nada, lo tengo todo, menos lo que me quitaron hace tiempo. Lo tengo todo.

Dios dirá qué pasa mañana, pero hoy quiero pensar que esto será para siempre. Y ¿qué os cuesta tenerme contenta y decirme que así será? ¿Qué os cuesta mirarme a la cara mientras asentís para que yo me quede tranquila? No os cuesta nada, os lo digo yo. Podéis prometerme que esto será eterno, y si no lo es, ¿qué creéis que va a pasar? ¿Va a venir mi guardaespaldas ruso hipercachas y os va a pegar? NO. Así que decídmelo sin más, que tantas probabilidades tiene todo de salir bien, como de salir mal. Y teniendo las ganas que yo tengo de estar bien, me lo podéis decir y jugaros a vuestro primogénito sin miedo. Así que decídmelo. ¡Vamos!

S.S


P.D : os propongo poner mi nombre al blog "Sibila Sílava, dadaísta en fa menor" dada mi tendencia acaparadora. Y el que quiera terminar con mi dictadura del terror de los textos sin sentido que me ampute las manos o trabaje las suyas. Juraría que había más troles por ahí danzando...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Joyas y payasos

MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE

Él nunca le regaló ninguna joya, a sabiendas de que ella quería una. Nunca habló de pulseras, ni de pendientes.

Por su cumpleaños, una cena. Por aniversario, un álbum con fotos. Por Navidad, una tarde en un espectáculo de humor.

Un día, ella doblaba los pantalones de él, cuando del bolsillo se deslizó hasta el suelo una cajita. Curiosa, la abrió: un anillo brillaba en su interior.

Pensó en que sería una sorpresa y volvió a meter la caja en el bolsillo, pero, al hacerlo, notó algo más: una tarjetita se alborotaba odiosa en la tela del pantalón. La leyó: Feliz cumpleaños, mi amor. ¿Cumpleaños?- Pensó- ¿Cumpleaños de quién? El mío fue hace dos meses…

S.S

lunes, 29 de agosto de 2011

Cuéntale a Sabina

Tengo frío y sueño también. Y te echo de menos. Y te odio a veces.

Y te estamparía la palma de la mano en la mejilla y luego te la curaría con besos.

Luego es luego, poco después de que termine la primera acción.

No puedo dormir, porque acabo de gritar al espejo que te quiero, que te quiero y no puedo evitar el pensar que no te soporto cuando analizas cada fibra de mí cuerpecito para darnos cuenta de que no brilla. No, no brilla.

No brilla y algunas absorben toda la luz. Y así te dejo a oscuras a veces. Y me voy dando un portazo, con ira, con indignación del que no ha sabido defender bien su verdad. Porque contigo no sé defender mi verdad en algunos momentos, cuando es o la tuya o la mía. Cuando no caben las dos, cuando no hay una nuestra…

Así que ando saqueando una nevera a la que ya no le queda nada de alcohol. De algún lado tengo que recibir el calor que tú no me darás esta noche. Y dando tumbos entre pensamientos miro a un lado, intentando pensar algo claro.

No sé, creo que tener a Sabina sentado en mi cama, cantándome canciones de malas mujeres, golfos y canallas no ayuda.

Le pregunto a él: no sabe qué contestar, fuma tocando una guitarra sin cuerdas.

De pronto para y suelta: “Por la noche es probable que el viento sea variable, que me quieras… y luego te arrepientas”

No recuerdo el motivo por el cuál él está más ebrio que yo, pero sigo insistiendo y le vuelvo a preguntar. Me mira y pone una media sonrisa, luego sigue tocando. Le escucho, no me queda otra, con tal de no seguir pensando.

Hila, improvisando, frases de sus canciones, con un ritmillo sencillo de fondo. Vuelvo a preguntarle, comienza una batería de versos:

- ¿Por qué me pasa esto?

- “Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto...”

- No lo entiendo… ¡¿Quieres ayudarme?!

- “Yo solo quería ser libre. No tener que dar explicaciones. Y creo que, más o menos, eso lo he conseguido”

- Sí, lo has conseguido, has conseguido no darme ninguna explicación. ¿No tienes corazón? ¿No quieres que nos llevemos bien?

- “Me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño”

- ¿Crees que he hecho mal?

- “Dijo: hola y adiós, y, el portazo, sonó como un signo de interrogación…”

- Lo pillo, he salido de forma brusca…

- “...y tú no te perfumes con palabras para consolarme”

- No perfumo, ni consuelo nada… Tú eres el rey del desamor y del amor de ceniza, creo que eres mi compañero de borrachera por eso, porque me tienes que ayudar a entender lo que ha pasado esta noche y porque eres…Eres mi mejor amigo, Sabina...

- “Amo el alcohol, pero detesto a los borrachos…”

- … Yo no estoy borracha…¿No te había preguntado algo?

- “Pruébame dijo el veneno, ámame como odian los amantes”

- ¿Viene con el pack? Odio porque amo…Espera, espera que la habitación me da vueltas y no puedo teclear tan deprisa todo lo que está pasando…

- Te diré más: “A ti que has detenido con un beso el reloj, a ti que me enfermas, a ti que eres mi envenenada medicina”

- EL problema es la solución, ni contigo ni sin ti, la sarna que con gusto no pica (pero enferma igualmente)…

- …“A ti que aún no sabes los besos que te caben en la boca, a ti que has comprendido que a veces el olvido se equivoca…”

- No debo olvidar…

- “A ti que has dirigido la flecha de Cupido a mi costado”

- Mea culpa…(¡hip!) Estoy llorando y riendo al mismo tiempo...

- “A ti que has preferido vivir como si nada fuera eterno, a ti que has compartido conmigo una almohada en el infierno”

- …En lo malo, ha estado a mi lado…

- “A ti que me has ganado con un naipe marcado la partida, a ti que te has colado en el coto privado de mi vida”

- …Y no sabría ni respirar sin él…

- “A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos, a ti te estoy gritando, a ti, que estás metido en mi pellejo”

- Tú en el mío, creo que empiezo a darme cuenta de que no eres real. Pero sí, seguiré tus consejos, los que he entendido…Madre, qué mal voy…¿Por qué estás aquí, Sabina?

- “El tequila de los solitarios sabe mejor contigo, mademoiselle”

- Yo sólo he bebido cerveza, amigo, mucha cerveza y creo que algo de vino que había por ahí…

- "El whisky y la cerveza tambien son hijos de Dios"- Dice sin cantar.

- Vale...Y ¿ahora?

- “Le debo una canción y algunos besos que valen más que el oro del Perú”- Sigue cantando

- Sí, le debo…Un mundo por lo menos...

- “...y la besé otra vez, pero ya no era ayer, sino mañana”…

- ¡Le besaré mañana!

- “Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena”

- No puedo huir, no debo huir…

- “Sólo le pido en esta noche a Dios, que cierre la muralla al miedo, la violencia y el rencor, que gane el beso su batalla”

- Mi batalla…

- “No le ofreció la luna, le dijo sólo: quédate conmigo no hay fortuna que valga el corazón que te daré"

- Sólo puedo ofrecerle mi persona, a mí sólo…

- “Sé que mañana otra vez tus ojos me esperan. No tengo tiempo para enfangarme con el pasado. Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hayamos presos…”

- Mañana…Mañana…Y tenemos que dejar de hablar de ayer, sólo mañana…He hecho el idiota…

- “Idiota: El novio de mi novia, el futuro novio de mi hija, lo que nadie cree que es, lo que somos casi todos”

- Sí, somos idiotas… - Tocando así yo también la guitarra sin cuerdas, cantándole ahora al músico, le sigo la corriente- Y…como tú dices: Hasta las suelas de mis zapatos le echan de menos… El paraíso: cielo de su boca… Y cuando duermo sin él, con él sueñoMás triste que un torero al otro lado del telón de acero, así estoy yo, así estoy yo, sin él. Porque ¿sabes, Joaquín?, Prefiero la guerra con él, al invierno sin él. , Y yo me muero de ganas de decirte que me muero de ganas de decirle que le quiero."- Paro de tocar y cantar cuando no recuerdo más frases del autor y empiezo a dudar si las que se me ocurren son de Serrat o de otro- ¿Te volveré a ver?

- “Sabrás que dejo todo si tú me dices ven”

- "Gracias por haber venido a abrigarme el corazón"- Me despido de él, con el ritmo por él marcado…

- “A ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo, a ti que no te debo, más que el empujón de anoche que me llevó a escribir esta canción” ¿Me llevas de vuelta, princesa? - Me ve dormida, él se levanta-Ahora duermes la mona, y al mono le toca irse a pata…Maldito zoo…Hay que joderse...

S.S


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miércoles, 3 de agosto de 2011

Vida

“En Siberia hace frío porque los sentimientos pasan sin abrazarse, sin hacer roce los unos con los otros.”

Eso dice la señora que yace tumbada, a metro y medio de la camilla que me interesa, junto a la que me hallo. Dice que quiere que le pasen al supervisor, que su billete está estropeado y ya de paso que venga el camarero, que su copa de tinto hace tiempo que se acabó.

Se divierte mientras afirma que los bárbaros están apunto de ahogar el país en la ruina, y que los zapateros deberían concentrarse en arreglar suelas. Porque “en la guerra dábamos valor a la vida”, repite sin cesar a la enfermera que le enchufa el suero, o al celador que empuja su cama para llevarla a repetir alguna placa. También gusta de comunicar sus ensoñaciones a gritos, con esa voz ya ronca por la enfermedad que desconoce su mente senil. “¡Dile al niño que deje de botar la pelota, ya me ha roto dos jarrones!”

Yo la miro, a escondidas, porque alguna vez me ha visto observándola y me ha mirado a los ojos, asustándome hasta límites infinitos. De vez en cuando, sus pupilas fulguran, y su mirar se torna consciente. Y entonces, al hundirte en el negro enmarcado por sus azules iris, puedes ver cómo palpitan un millar de historias, que recuerda sólo a ratos.

Giro la cabeza y miro a la camilla de mi interés, la que me tiene aquí anclada, a la espera de una señal divina o no, que me haga saber porqué somos caducos, marchitables y frágiles.

Y miro en los suyos mis ojos, que son míos gracias a su existencia, y entonces no puedo evitar pensar que la vida es dulce, ácida, sufrida y bonita. Y sabe a carbón y a piedras y a veces, a hierbabuena. Y veo cómo su “él” le acaricia la mejilla y los cabellos, y cómo le habla con dulzura, después de una vida a su lado, aunque sabe que ella, su “ella”, ya no tiene fuerzas para contestar. Y entonces, yo, siempre escéptica, me vuelvo una creyente empedernida, defensora del género humano y de sus amores, de sus fuerzas y virtudes.

Y me veo ahí, con todos, la loca adorable, mis ellos y yo. Y abro los ojos, como siempre en estos casos, para pensar por un tiempo en que los finales son felices, cuando se ha escrito un buen guión, aunque sean finales. Así que sonrío mientras les miro y les quiero.

Me invade entonces una sensación de energía, eléctrica. Se cierra una era. Una generación. Avanzamos. Hoy he subido un peldaño, sin tropezón. Adiós… Adiós…


S.S

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sábado, 9 de julio de 2011

O2


Me gusta, cuando salgo de ahí y hay viento. Hay viento que me lava la cara y me refresca el pelo, moviéndolo a su antojo, libre y ligero, trigo en manojo.
Y entonces, miro a la altísima hilera de ventanas que se cierne sobre mí. Levanto la cabeza y forzando el cuello, veo el infinito.
Del mar, bonito, bonito…
Y de mis sales, lágrimas, a raudales, que salen a presión, para apagar el fuego.
De él, su ego, su ego…
Su ego divino, que elige mi, tu, su…Nuestro destino.
A él, si hay él, le gusta que pierdas el camino…
S.S
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Y mientras, bailemos como locos, para evitar ser aplastados por la desazón, de no entender absolutamente nada. Mis pies se mueven ahora mismo con:

También gusto de hacer el chorra, durante la espera:

1,2,3...¡Respira otra vez!

viernes, 24 de junio de 2011

[Una noche de verano a oscuras]


Una noche de verano a oscuras
se desmelena. Baila
y a tientas inunda plena
mente que baila conmigo.


El vestido de sombra que te has puesto
sombra de seducción ¡oh noche!
Tacto de atrapar y abrasa
de mentira de esta noche a oscuras.


¡Oh verano, respira aliviado
de noche oscura en el olvido!
DE PENSAR Y DE HABER VIVIDO.


* * * * *


Mientras, invierno es una losa
tras otra que sepulta
recuerdos de verano...



lunes, 6 de junio de 2011

Anselmo

Anselmo arrastraba su carrito de la compra detrás de él, con su mano buena. Hacía tiempo que la artritis torcía las articulaciones de la otra, de la diestra, y apenas podía moverla sin dolor.

Su tez morena, de patearse las calles al sol de una España de pena sin pan, lucía una barba de varios días, gris y a trozos blanca. Y sus zapatillas, de estar por casa, que no tenía, pedían a gritos un descanso, con sus suelas desgastadas y las puntas despeluchadas.

Venía cada cierto tiempo, por las casas, a “timbrear” las puertas por si alguna ama de casa le daba alguna lata, algo de pan o cualquier otra cosa que tuviera comestible, que inmediatamente guardaba en el funcional carrito. No pedía dinero, sólo saciar su hambre.

Mi madre le dijo una vez, que en la iglesia de al lado le podían dar incluso ropa nueva, pero él le contestó que le daba vergüenza ir a pedir a la iglesia cuando él sólo había creído en los hombres, así que había decidido pedirles a estos. No cayó, el pobre, en que Dios, de papel o no, siempre tiene más misericordia que sus hijos, de carne pútrida.

Y así, los vecinos apenas le daban para llenar su carrito un cuarto de su capacidad: algún paquete de pan de molde con dos rebanadas, una lata de piña, un litro de leche y un bollo de merienda de niños. Sin queja, se daba la vuelta, daba las gracias y marchaba.

Anselmo, un día lloró en mi puerta cuando le saqué manzanas, macarrones y un paquete de jamón de York. Mi vecina Paquita, le sacó además unas chuletas que le habían sobrado del mediodía, envueltas en papel de plata.

Nos agarró a las dos mujeres por el brazo (con las consiguientes caras de “peligro de contagio” que sin querer, pusimos ante el hombre sucio) y nos dijo que era la primera vez que iba a comer carne en meses.

Se fue, alegre con sus lágrimas de contento, delante de su carrito de tela azul. Volverá en un mes, más o menos, cuando se haya recorrido las urbanizaciones de la zona.

Paquita y yo nos miramos. Ella sonrío con una mueca y me dijo: "Mira hija, vives en un lugar y en una época donde comer carne es un lujo. Donde vivir como tú y yo vivimos es un privilegio. Pero tú eres joven y no lo entiendes. Anda, métete en casa, que vas con toda la riñonada al aire. Y a ver si te voy a tener que dar chuletas a ti también…Madre mía qué flaca te me estás quedando…"

S.S

jueves, 26 de mayo de 2011

Keep dancin'

-Tengo la sensación, hermano, de que ya he visto antes este sendero.

- Puede ser, no te diría yo que no.

- Es más, la sensación de círculo me ahoga, ¡qué déjà vu! ¡Pisamos sobre nuestras propias huellas!

- Así, volver al mismo sitio una y otra vez, puede que te enseñe algo…

- ¡¡Qué va!! Yo no aprendo, yo puedo pisarme los cordones de los zapatos tantas veces como pisadas dé, aún con ellos atados en un magnífico lazo. Siempre tiendo a dar zancadas altas, intentando avanzar a pasos agigantados, sin caer en que debo darlas amplias en longitud y no en altura. Y así, pisotón al lazo y tropezón. Y gasto de energía inútil. Una y otra vez.

- ¿Y no has pensado en caminar como todo el mundo? No sé, un pie tras otro, en una serie de movimientos sincronizados que lleven a tus piernas a alternarse para pisar sobre el suelo dejándote avanzar, como deseas.

- La verdad es que nunca pensé que fuera necesario pensar para caminar. Pero debo pensar en muchas cosas. En muchas…Y puede que deba cambiar mi manera de andar. Sí, quiero caminar. ¡¡Quiero caminar y moverme hacia delante!! Pero no quiero sincronía de piernas, ni pies autómatas. Quiero caminar con garbo, como ya nadie lo hace, con aplomo, con seguridad, de vez en cuando, con saltitos de alegría, incluso. Y podría moverme de lado, cruzando la punta de los zapatos, en un swing improvisado.

- ¿Sabes lo que creo? Que tú lo que quieres, es que te dejen bailar…


S.S



jueves, 19 de mayo de 2011

fragmento de EN EL PATIO (parte 1)



SONETOCOLGADOPORLOSPIES
O
CASCADADESONETO


Ley es que iguala condición forzada
sin ver los ojos, apenas vislumbre
de la casualidad a la costumbre.

Hueco gris de convivencia en ciudad
todo recorte de espacio a la espalda
se soporta con más sinceridad.

Fotografía que cambiante posa
ante mí que somos además ellos.
Perpetua me deja verse porosa
y a mí cantar a sus reflejos bellos.

Todo alrededor, uno solo el ritmo
acompasado, íntimo. Al son
de una nada vertical sin dueño
y de un pozo enrevesado isleño.



jueves, 12 de mayo de 2011

Y...¡Corten!

Hoy he sentido "un final de película". Una curiosa sensación de perpleja tranquilidad. El aire, reproducía una melodía propia de los finales épicos. Todo estaba perfectamente quieto, menos mi pelo, que se alborotaba con el viento. Me he visto y me he encontrado . Y estabas a mi lado.

Hoy, mientras te besaba, he sabido que, por mucho que se enrevese la trama, todo va a salir bien.

Y entonces, la música ha subido su volumen, y ha atronado a mis malos pensamientos, haciéndolos huir, y tú me has cogido la mano, y yo les he dejado ir.

Hoy quiero romper mis condenas.
Hoy quiero vivir , ay mis penas.
Y a tu vera, verlas partir.

Y luego el plano se ha hecho general, y la ciudad se ha visto desde lo alto, cada vez más pequeña. Y la pantalla se ha ido oscureciendo, mientras las últimas notas coloreaban de buen sabor mi boca.

Esto es el final. Esto, ay meu Deus, sólo es mi principio.

S.S


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martes, 10 de mayo de 2011

Oasis

Soñó y fantaseó con un oasis. Abrió los ojos, y vio palmeras; sacó la lengua, y bebió arena.

M.M.

viernes, 22 de abril de 2011

Leyes

-Toc-Toc...
-¿Quién es?
- El Karma, querida. Y abre bien la puerta que te las endosaré a pares. Palabra de ley cósmica.

S.S

domingo, 17 de abril de 2011

[Véngate violencia en vano]



Véngate violencia en vano
desde interminables lados.

Mi límite aguanta al aprendizaje
como la colisión es inminente.
No significa por delante el verbo
caminos paralelos, modo espejo.

Libertad es que tú pienses.
Crecimiento es no ser viejo.

Véngate violencia en vano
desde interminables lados.



-diálogo-

martes, 5 de abril de 2011

Happiness pills

Doctor, doctor, sufro una terrible enfermedad. Verá, le cuento: desde hace algún tiempo, tiendo a mostrarme tal y como soy. Así de contundente. Hasta el punto de transparentarme, viéndose los colores de mi sangre, de mis propósitos, de mis enfados y caprichos, y de mis pensamientos. ¡¡¡Que declaro lo que siento sin ningún pudor!!! Sí, sí, lo sé, no ponga esa cara de gravedad que ya sé yo que esto es grave.

Y creo que he causado estampidas, o por lo menos, algunos han salido corriendo ante tanta claridad de mi persona. Me pregunto, además, si este tono que se intuye bajo mi camisa es por un nivel alto de biliverdina o porque me están poniendo verde en otro lado.

Tampoco ando bien de la piel, mire. Pero mire bien le digo. ¿Qué no ve nada? ¡Pues ahí está! ¡Ahí lo tiene! Ya no tengo la carne de gallina. ¿Se ha fijado? Nada. Ya poco logra sorprenderme y erizarme el vello.

Y ay el corazón… Que creo que me late en dos sitios. Toque, toque. Ahí no doctor, ahí no toque. Toque para notar el latido. ¿Lo ve? ¿¡Y ahora qué hago yo con dos latidos!?

No sabe usted lo cansado que es escuchar dos corazones…Que cuando uno opina “enfado”, el otro me batuta allegro y ágil al momento. Si uno me grita “despacio”, el otro trota al son de un veloz viento. ¿A quién atiendo?

Estoy fatal. Yo creo que la Seguridad Social no tiene presupuesto para ponerme en tratamiento. ¿Me recomienda un loquero? ¿Una inyección de Bótox en el hipotálamo? ¿No? ¿Nada? ¿Ni un triste parche con endorfinas?

Y ¿cómo lidio con este percal? No susurre, que también estoy gorda. Sí, sí, le entiendo. Ajá, vale, tomo nota. ¿ Y ya está? Bueno, pues a ver quién me quiere dar un paquete de buenos besos, para acompañar, tres veces al día, a mis torpes huesos.

S.S

jueves, 31 de marzo de 2011

Time is running out

Quiero pensar y sentir que no hay tiempo. Odio el tiempo. No, no es cierto, no odio el tiempo, odio los relojes y los horarios humanos. Odio las tareas soportadas sobre baldas temporales, y divididas en fracciones de algo que nos hemos inventado nosotros. Antes, sólo había una sucesión de cosas a las que Zeus llamó vida. Nosotros decimos que eso son minutos, horas y segundos. Y nunca son suficientes.

Quiero despertarme un domingo que sea martes, celebrar mi cumpleaños en agosto y morirme de calor en diciembre, en pleno Levante.

Quiero dedicarme a los míos, sin agobios y sin prisas y que me dediquen algo más de cinco frases en el médico. Me gustaría ver a quien necesite ver en el momento que desee y que no hubiera una frontera entre yo y todo lo que quiero. Esa maldita frontera que marcan las agujas de las esferas atadas a la muñeca.

Sería feliz si pudieras estar conmigo, siempre. Pero siempre nos cierran el telón antes de…Antes de tiempo, cuando aún no hemos ni presentado el argumento. Y te juro que quiero representar de una maldita vez, a viva voz en grito lo que quiera que hayan escrito para mí. Pero no, tampoco hay espacio para ello. Nunca.

Los tiempos y sus límites deberían ser eternos, si acaso medidos por la longitud de las sensaciones que provoquen: Duró una sonrisa, dos pestañeos coquetos, un beso largo. Así por lo menos, podría decir con más alegría, que hace cuatro resfriados que no me siento cómoda; que llevo sin verte desde que a mi hermano se le cayó el paleto, y que mi perro abandonó este mundo mientras mis compañeros de clase se daban el lote en el césped de la facultad.

Y podría decirte que odio madrugar porque esas horas en las que hasta al sol le da pereza aparecer no existen, y nos las hemos impuesto por cafres y catetos, y que, aunque no sea agradable dormir menos de ocho, de esas que llamáis, horas, compensa si es por vivir un poquito más despierta. Y que por mí, podría morirse esa estúpida objetividad estandarizada con la que hemos regularizado cada hecho vital y que viene empaquetada en packs de 60 segundos y que hoy valen más que cualquier yacimiento de petróleo. Sí, podría morirse entera. Y sola. Y rodeada de gatos.

Pero sí, tú vete a dormir. Vete a dormir y pon el despertador bien temprano. Y sigue consumiendo horas, y minutos y segundos. Y sigue empujando a un lado a los que te rodean. Porque no tienes tiempo. Porque no hay tiempo. Porque no queremos renunciar a nada. Y por eso, nos perdemos casi todo lo que importa. Tick, tock…Yo, aquí no me quedo, me voy…Como el tiempo, volada.


S.S

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miércoles, 30 de marzo de 2011

Teléfono

Esa tarde, quiso llamarle. Estaba preocupada por él y quería transmitirle ánimo y cariño. Estuvo dando vueltas por la calle con el móvil en la mano, debatiéndose si hacerlo o no. No pensaba qué iba a decirle, porque sabía que en cuanto oyera su voz, sus palabras saldrían solas o si no, sus silencios, que se llenaban con el sonido del otro lado de la cobertura. Pero antes que las voces y los silencios, tendría que comenzar con la comunicación, tenía que llamarle.

Sin embargo, había otra voz en su interior que le decía que no lo hiciera porque no quería agobiarle, y mucho menos, parecer demasiado interesada en él. Este era el juego que habían establecido, y las reglas eran perseguirse mutuamente sin llegar a encontrarse nunca. Ahora la bola estaba en su poder, ¿cuál sería el siguiente paso? Cuando era él el que tenía que decidir, ¿tanto le costaba?

Al final decidió no llamarle. Ni si quiera quiso justificarse porque le parecía demasiado ridículo. Si quería oír su voz, le llamaba, si no, no. Así de simple. Tantas vueltas y tantos razonamientos no tenían ningún sentido. Así que, para cortar todos los pensamientos, mejor parar ahora mismo.

Las palabras que quería decir, los sentimientos que quería transmitir, pero sobre todo, la voz que quería oír, se quedaron colgando al otro lado de la invisible llamada.

lunes, 28 de marzo de 2011

HOY: CISNE NEGRO

Una zorra loca que hace ballet y que no ha visto El Club de la Lucha quiere follarse a un hijo de puta y cuando va a conseguirlo se suicida.

Queremos que vuelva Critifrase.

domingo, 27 de marzo de 2011

Mi villano favorito

Cruzó mi mente, fugaz, dejando un halo de azufre al pasar. No sé qué es, pero me destroza por unos momentos. Luego, cuando recobro la lucidez, ordeno mis ideas y me pongo a pensar en lo que ha pasado. Porque en ese momento, soy capaz de pensar cualquier cosa. Esta vez, me ha costado toda una noche de insomnio y de algunas pesadillas conscientes, darme cuenta de que mi estupidez, traspasa los límites de lo humano. Soy imbécil nivel Pro. Y me encanta la tortura del pensamiento. O eso parece. Por eso, al abrir la puerta del balcón esa mañana, pensé, que hubiera estado bien atreverme a escapar por él. Tirar una larga trenza unida a alguna cabeza que me importara poco, y deslizarme por ella. Pero ni por ella, no por él, aquí sigo. Y así, la noche anterior, escupí veneno por los ojos, para contaminar de malas sensaciones el ambiente. Me invadió un sentimiento de maldad, que me impulsó a intentar herir con mis gestos. Y todo porque no me sentía agusto conmigo. No me sentía a la altura, así que debía hundir al resto. Pero de pronto, paró. Y cambié de registro. Mi otra mitad vino al rescate y tomó el control. Y ahora intenta recomponer lo que me hice cuando cayó el sol. Tras una larga velada conmigo mismo, pretende reformarme. Dice que no debo arrepentirme, debo enmendarlo. Y ahora ando enterrando un cadáver que no sabía que había matado. Y ahora ando como un ser atormentado. Y no cesa esta tormenta. Y soy un hombre malo. Y disfruto haciendo daño. S.S
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" Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras a un abismo largo tiempo, el abismo también mira dentro de ti"


Nietzsche

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domingo, 20 de marzo de 2011

A mi papá.

De Madrid va saliendo un tren a fallas
que lleva cada año a las hogueras
a olvidar, que es sembrar las primaveras,
recuerdos y más tipos de quincalla;

de acumular y tal dolor que calla,
como bultos mandan en tijeras
virutas al ritual de la albufera
dejándome, vacío tras la raya.

De todos uno, ¡ay, que no es tormento!
Desde otro día diecinueve y marzo
que me dejó a crecer sin su envoltura

lo guardo, permanece sin esfuerzo.
Que ardan todos las demás figuras,
que indulten uno, ay que no es tormento.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Lúpulo sangrante en la herida
burbujea ajeno.

Óxido salvaje en el estigma
de la identidad social
mientras las viejas vienen
y van
con el pan, el perro, el viejo.

Los valores se quedaron
en el germen imberbe
que no encuentra su reflejo
entre los asientos reservados
para la plebe.

Tiene sed y bebe
el lúpulo sangrante en la herida
que burbujea ajeno.

¿A quién queremos parecernos?
No existen modelos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Carnaval

El bravo pirata se lanzó a la carrera cuesta abajo con su sable alzado en la mano izquierda. La derecha, se apoyaba contra el cinto, donde antes había estado el arma de fuego, perdida en la huida. Una princesa vestida de rosa y un policía, le seguían a la zaga, trotando a escasos centímetros por detrás de él. Su boca se abría en un grito de guerra, lanzando un espeluznante alarido, destinado a atemorizar al temible contrincante.

La princesa intentó avisarle con un agudo chillido, pero éste se diluyó en el intenso grito del capitán. El bucanero, sin percatarse del obstáculo, tropezó con una mochila de Colacao, que algún alma despiadada había dejado tirada para impedir su épica epopeya. La princesa y el policía cayeron con él, y los tres acabaron tirados por el suelo. La rodilla del policía se manchó de sangre al descubrirse un raspón, y la princesa tenía sus blancos guantes manchados de barro. El pirata se levantó de un salto y animó a sus compañeros, para que dejaran de merendar suelo y siguieran la carrera tras aquel enano vestido de Spiderman que les había robado su maravilloso tesoro. Pero el policía tenía los ojos húmedos por el escozor de la herida y la princesa no estaba por la labor de seguir corriendo con esas bailarinas que le apretaban los pies.

“Me las pagarás, Spiderman pocket-size”- Dijo el capitán, que estaba siendo educado en el British, como buen corsario inglés que se consideraba.

“Ya no le voy a invitar a mi cumpleaños” – Determinó en el aquel momento la princesita, que andaba liada con la estresante organización de tan real evento.

“A mí me da igual, cuando llegue a casa le voy a estropear la luz nocturna que le ponen para que no tenga miedo por las noches y si se chiva a mi madre le cuento quién se cargó a la tortuga cebándola con mini gambas”- El policía sabía lo que significaban las palabras coacción y chantaje.

Y los tres, sellaron el pacto de venganza, compartiendo frustración y el único bocata de Nocilla que el enano de rojo y azul no les había robado.


S.S


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lunes, 21 de febrero de 2011

De lo repetido bis


solo sé que asco (diferente) de feliz
ni es mentira para mí.
solo sé que sentir
es saber y ver,
experiencia para mí.

Epéntesis que parece que molesto.

de ahí para atrás benevolente
por estuvo fue verdad.
de ahí hacia delante
es saber y ver,
experiencia para mí.

De mismo, de tanto anaforizo.

NO ES VERDAD.
SÍ LO ES.

Pastas para té.

No sé. Hay veces que ves cómo los renglones de la historia se van escribiendo solos y eres incapaz de hacer nada para impedirlo. A veces, en el centro de todo lo que sientes, reside un enanito gruñón engullendo todo aquello que te rellenaba por dentro. Y en su lugar, queda un hueco, y materia inerte. Y te vas pudriendo, lentamente.

Las personas, vienen y van. Las personas, rara vez se quedan por mucho tiempo. Es curioso, cómo podemos sentirnos hasta las cejas de miseria porque un mísero ser humano ha decidido que pedir perdón y arrepentirse es indignante. Y sin humildad alguna, exacerba su ego y sus necesidades elevándolas por encima de cualquier otra cosa en el Mundo, quedando así el resto reducido a ceniza y a escombros, cuando su hambre egoísta, se despierta para devorar sin piedad.

Y es por ello, por lo que mi coraza se tambalea, fina ya, y pide a gritos un refuerzo. He ido a la ferretería más cercana, en busca de algo para apuntalarla y evitar que se desmorone, pero me han dicho que no existen remiendos de metal para el corazón, y que buscara en una pastelería algún tipo de guinda que coronara el pastel. Así lo he hecho, y la pastelera, amable, me ha enseñado un surtido de pastas para té, con frutas confitadas rojas y verdes, que (según me ha asegurado) son capaces de edulcorar cualquier tipo de evento, situación, boda y/o bautizo con resultados sorprendentes. Cansada ya de buscar, las he comprado, todas, todas las que había en la tienda y he salido rauda a casa para prepararme una buena taza de té, rojo, en el que se me han colado algunos posos, rebeldes.

He probado la primera, con un trozo de guinda roja en el centro. En el primer mordisco no he notado nada, una pasta como cualquier otra, que se deshace nada más la tocan los dientes y que endulza hasta empalagar cuando la lengua roza la fruta. Sin más. El segundo bocado me ha bastado para terminar con la galleta. Y he seguido sin percibir mejoría, mis ojos seguían notando la presión de lo imposible que sucede y mi cabeza intentaba liberarla con un denso palpitar en las sienes.

Tras varios sorbos, para tragar el nudo de la garganta, he decidido descolgar el teléfono. He marcado. He articulado algunas frases cortas de ayuda y ahora estoy esperando, con una taza de té que se está quedando fría y una bandeja llena de pastas inservibles que no valen ni para quitar el mal sabor de boca que deja el día a día.

La sangre, no tiene porqué darte vida. A mí, me la quita.

La sangre, es el lazo que más sufre.

La sangre, te ata, te encadena y te impide ver.

La sangre deja todo ensangrentado, larga masacre, de rojo sagrado.

Y sagrado era, lo que ahora está destruido. Y me acuerdo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y de la Madre de todos ellos. Y de sus muertos también. Que no tienen culpa los pobres, lo sé. Pero después de gastarme 30 euros en pastas, y de estar hasta las narices del Mundo, de la Historia, de aguantar carros, carretas y picas, blasfemar es de lo poco que me queda. Y blasfemar, ahora, es lo único que sé.

Ven pronto.

Amén.

"S.S"