jueves, 26 de mayo de 2011

Keep dancin'

-Tengo la sensación, hermano, de que ya he visto antes este sendero.

- Puede ser, no te diría yo que no.

- Es más, la sensación de círculo me ahoga, ¡qué déjà vu! ¡Pisamos sobre nuestras propias huellas!

- Así, volver al mismo sitio una y otra vez, puede que te enseñe algo…

- ¡¡Qué va!! Yo no aprendo, yo puedo pisarme los cordones de los zapatos tantas veces como pisadas dé, aún con ellos atados en un magnífico lazo. Siempre tiendo a dar zancadas altas, intentando avanzar a pasos agigantados, sin caer en que debo darlas amplias en longitud y no en altura. Y así, pisotón al lazo y tropezón. Y gasto de energía inútil. Una y otra vez.

- ¿Y no has pensado en caminar como todo el mundo? No sé, un pie tras otro, en una serie de movimientos sincronizados que lleven a tus piernas a alternarse para pisar sobre el suelo dejándote avanzar, como deseas.

- La verdad es que nunca pensé que fuera necesario pensar para caminar. Pero debo pensar en muchas cosas. En muchas…Y puede que deba cambiar mi manera de andar. Sí, quiero caminar. ¡¡Quiero caminar y moverme hacia delante!! Pero no quiero sincronía de piernas, ni pies autómatas. Quiero caminar con garbo, como ya nadie lo hace, con aplomo, con seguridad, de vez en cuando, con saltitos de alegría, incluso. Y podría moverme de lado, cruzando la punta de los zapatos, en un swing improvisado.

- ¿Sabes lo que creo? Que tú lo que quieres, es que te dejen bailar…


S.S



No hay comentarios:

Publicar un comentario