Intento esforzarme, para conseguir encontrar un solo motivo
por el que deba alegrarme de su regreso. Pero no saco nada.
Yo creo, que la parte de mi cerebro que debe encargarse de
las relaciones y los comportamientos y sentimientos humanos sufrió “bulling”
por parte de las otras neuronitas y decidió abandonar el lugar, allá por mi más
tierna infancia, cuando aún enseñaba los dientecitos de leche, en una sonrisa
y/o mordisco.
No logro ver, cómo pueden seguir queriendo estar en su
presencia, o peor ¡reclamarla! Mi reino por algo de entendimiento. Por algo de
ese sentimiento. Porque me quiten la maldita desazón del pecho.
No entiendo ese nivel de amor, que todo lo puede y lo perdona. Sin razón, ciego, bobo, y
peligrosamente incauto. Y no es que yo no quiera, yo quiero y mucho: tengo a
mis seres queridos, y a mi ser amado. Y
aún así, no comprendo porqué me cuesta perdonar tanto, porqué necesito que me
pidan perdón para olvidar, perdonar y seguir adelante. Porqué no soy un buen “cristianito”. Porqué sigo sin querer
verla, aunque la quiera.
Sangre de mi sangre,
sangre de mi condena,
sangre, maldita,
sangre
que todo lo mancha y
envenena.
Y no queda más que esperar. Ciertamente el tiempo lo diluye
todo
Esperar a que venga una mujer con el pelo platino a decirme
que viene del futuro y me recomiende lavar los recuerdos con su producto de blanqueamiento
nuclear. Sibila sí lava. Por eso aunque le pese el corazón, y le atormenten sus
pensamientos, tiene la conciencia limpia y transparente, y amén, debería estar
tranquila, pero unos malditos indignados
acampan en ella como si fuera Sol. Y
gritan que quieren comprender, que quieren descansar. Quieren que les deje
dejar de odiar.
Y lo haría, por San Jorge, que lo haría. Pero no puede. No
puedo. Pedir perdón, señores, es el acto más difícil para algunas almas. Proporcionarlo
a fe ciega, sin prueba alguna de arrepentimiento, un imposible. Por muy sucia
que me sienta con esas manchas de indignación en donde habría de vivir el
coraje, no puedo. Señores, no puedo.
Dios salve a esta reina.
S.S
Como siempre, me gusta.
ResponderEliminarS.
Como siempre, muchas gracias, S.
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