lunes, 11 de noviembre de 2013

Para mí, de mí.

No pasa nada, pero tú sabes que no está bien eso que has hecho. Lo sé, le puede pasar a cualquiera, pero no querías que te pasara a ti. Esta es la forma que tiene Dios de bajarte los humos. Sí, eso o que ya te estabas acelerando, cuando aún debes andar con cautela.

¿Sabes que la mayor parte de los accidentes de tráfico suceden tras los primeros años desde que uno se saca el carnet de conducir? ¿Y sabes por qué? Porque vas cogiendo confianza, con el tiempo, y crees que tienes la seguridad suficiente como para que no te pase nada. Y siempre puede pasarte de todo. 

Por eso, ahora que aún eres algo cachorro, te pido que tengas paciencia y cuidado. No lo sabes todo, ni lo haces todo bien. Ten la responsabilidad de asegurar cada paso que des, para que no sea dado en falso, y procura comprobarlo todo. Sé que tu juventud es impetuosa, enérgica y te empuja a hacer las cosas ya, ipso facto,¡rápido!, quieres buenos resultados de inmediato, y te olvidas de que los buenos caldos, se cocinan a fuego lento. 

Acuérdate de mí, tu conciencia, cada vez que hagas algo. Intento ametrallarte con consejos, pero tus tiernas orejas no siempre quieren escucharme. Por favor, sé listo, avanza sin prisas. Y lo demás vendrá solo.

S.S